La importancia de la educación vial y la prevención para un futuro más responsable y seguro

La Fundación Grupo Sancor Seguros busca formar ciudadanos responsables desde la infancia.



Cada año, hay millones de víctimas fatales como consecuencia de siniestros viales. En un contexto en el que los accidentes de tránsito persisten como una amenaza constante, es esencial reflexionar sobre la importancia de la educación vial en la construcción de una sociedad más responsable y segura. La prevención y concientización se presentan como pilares clave para ayudar a revertir las preocupantes estadísticas que impactan a diario en nuestras comunidades.

Para asumir este compromiso, es fundamental generar acciones educativas que busquen estimular la reflexión y propiciar un cambio de actitud en nuestra sociedad. Del mismo modo, es fundamental promover la colaboración entre instituciones, gobiernos locales y organizaciones privadas que comparten el objetivo de mejorar la seguridad vial. Trabajar en conjunto permitirá aprovechar recursos, experiencias y conocimientos, potenciando así la efectividad de los programas de educación vial.

Es muy importante que, quienes impulsemos la educación vial, invitemos a los niños y a toda la comunidad a experimentar situaciones viales simuladas de manera segura. Desde ser pasajeros transportados, personal de tránsito y hasta conductores de bicicleta, es vital para construir un futuro donde el compromiso con la seguridad guíe cada paso que damos en las calles, rutas y autopistas del país. Además, debemos apoyar la formación de ciudadanos conscientes de la importancia de su comportamiento en la vía pública, abarcando distintas etapas de desarrollo, con actividades diseñadas específicamente para cada grupo destinatario, desde los más pequeños hasta los adolescentes.

En este sentido, desde la Fundación Grupo Sancor Seguros buscamos formar ciudadanos responsables desde la infancia en nuestro Parque Temático de Educación Vial, que desde hace 13 años representa un entorno donde niños y familias internalizan cuál es su rol en la construcción de un entorno vial apropiado.  

Educar para formar individuos capaces de percibir riesgos, interpretar situaciones y reaccionar adecuadamente debe ser primordial en nuestra cotidianidad y en cada etapa de nuestras vidas. Juntos debemos asumir el compromiso de transformar la realidad actual para mejorar la calidad de vida y concientizar a todos los actores de la sociedad, contribuyendo así a la construcción de un entorno vial más seguro y a una convivencia mucho más armónica.

Más allá de esto, hay que hacer cumplir las normas de tránsito, como aquellas que regulan la conducción bajo los efectos del alcohol, el uso del cinturón de seguridad, los límites de velocidad y el empleo de cascos. Si no se hace cumplir adecuadamente, es probable que estas normas no sean respetadas, y, por consiguiente, su influencia en los comportamientos será mínima, lo que resultaría en que la prevención no tenga el efecto esperado.