Impulsan ley de alcohol cero al volante a nivel nacional

La norma fue presentada este martes en el Congreso. Ya hay siete provincia que aplican este tipo de medidas. Actualmente, la tolerancia máxima es 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre.



La tolerancia cero de alcohol al volante vuelve a ser el eje de la discusión sobre seguridad vial. El martes se presentó en el Congreso el proyecto de ley para implementar el alcohol cero al volante en todo el país. Fue elaborado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), el Ministerio de Salud de la Nación y la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR).

En la actualidad, la Ley de Tránsito acepta hasta 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre como límite máximo tolerado para conductores de vehículos particulares, 0,2 para los de motos y cero para principiantes y profesionales (choferes de colectivos, taxis y camiones).

Ya rige en Mar del Plata, Neuquén, Ushuaia, Río Grande y Posadas, entre otras ciudades. Y en Rosario, desde la semana pasada. Y son siete las provincias donde se aplica la alcoholemia cero: Córdoba, Salta, Tucumán, Entre Ríos, Jujuy, Río Negro y Santa Cruz. En la Ciudad de Buenos Aires hay un proyecto de ley presentado el año pasado por la Defensoría del Pueblo que aún no fue tratado.

El proyecto de ley para implementar el alcohol cero fue recibido este martes por el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa. El objetivo es que la iniciativa sea tratada durante este año y en caso de ser aprobaba marque un quiebre en materia de leyes viales en el país.

El proyecto de ley de alcohol cero prohíbe a los conductores de todo tipo de vehículos con motor circular con cualquier concentración de alcohol en sangre superior a cero. La propuesta legislativa que impulsa la ANSV, el organismo dependiente del Ministerio de Transporte, se plantea como una política de Estado que tiene el propósito de reducir la siniestralidad vial ante uno de los factores más determinantes que la generan: el alcohol.

En Diputados, dos proyectos sobre los siniestros viales formarán parte del debate del alcohol cero al volante. Uno es el de Facundo Moyano, vice de la comisión de Transporte y vocero del oficialismo de la temática, presentado en enero de 2020 que prohíbe a todo aquel que haya ingerido alcohol conducir. El otro es uno de Ramiro Gutiérrez, conocido como “Ley Tahiel”, para que quienes matan corriendo picadas sean castigados con el delito de homicidio.

El director ejecutivo de la ANSV, Pablo Martínez Carignano, señaló: “En las provincias donde rige el alcohol cero la cantidad de alcoholemias positivas se redujeron sistemáticamente. En el límite de 0,5 hay una afectación clara para conducir y además invita a especular, a instalar la falsa creencia de que una copa no hace nada y esto no puede continuar siendo así”.

Al respecto, el ministro de Transporte Mario Meoni agregó que “debemos tener claro que a la hora de conducir estamos asumiendo una responsabilidad y que, cuando ocurren los siniestros, ocurren por factores que van mucho más allá de hechos fortuitos. El consumo de alcohol antes de conducir incrementa mucho las posibilidades de producir siniestros fatales".

Por su parte, Gabriela Torres, secretaria de la Sedronar, expresó que a la hora de elaborar el proyecto se contemplaron "las consecuencias físicas y sociales que trae el consumo de alcohol. Esta es la sustancia más consumida por los argentinos y existe una tendencia a la baja de edad de inicio de consumo".

Según datos del Observatorio Vial de la ANSV, los jóvenes de entre 15 y 35 años son las principales víctimas viales, y el alcohol es uno de los principales factores, ya que está presente en 1 de cada 4 siniestros viales. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) menciona que el consumo de alcohol al volante, incluso en cantidades menores, aumenta las probabilidades de protagonizar un incidente vial. Conducir alcoholizado distorsiona la visión y los reflejos, disminuye el discernimiento y provoca la pérdida de inhibiciones, aumentando las probabilidades de provocar comportamientos irresponsables con consecuencias negativas.

Al margen de estas cifras, algunos especialistas en seguridad vial se oponen a bajar los límites de la tolerancia al alcohol. Aseguran que "el cero en una medición no existe" porque el aparato más sofisticado tiene un margen de error. "Por ejemplo, en un etilómetro es del 3%. Entonces no puede legislarse la tolerancia cero", explican.

Y citan el caso de Chile que estipula quita del registro y sanción con cárcel a quienes superan el límite de 0,8 gramos de alcohol por litro de sangre.