"Yo con mi auto hago lo que quiero"

El rodado, marca Fiat, quedó inutilizable y fue retirado con una grúa.



La Policía de Corrientes arrestó el sábado por la mañana a un hombre que en la zona centro de la Capital prendió fuego a un auto estacionado en el cual se movilizaba momentos antes, pero del que debió bajar por la intervención de agentes de la Dirección de Tránsito ante la sospecha de que se trataba de un conductor alcoholizado.

De acuerdo a los datos recabados, el particular episodio que se suma a otros vinculados con automovilistas ebrios, ocurrió a las 6 en la intersección de las calles Yrigoyen y Paraguay, donde personal de Tránsito del Municipio que se encontraba patrullando el microcentro observó un vehículo marca Fiat a gran velocidad, por lo que intervinieron e hicieron frenar la marcha a su conductor, de 62 años, quien estacionó el rodado en la citada esquina y tras negarse a realizar el control de alcoholemia descendió del vehículo y se retiró del lugar.

Momentos más tarde, mientras los agentes municipales aguardaban la llegada de la grúa, el sujeto regresó con un bidón de combustible y ante la mirada atónita de los inspectores roció la parte superior de su propio auto y le prendió fuego mientras se jactaba de que no se iban a llevar el vehículo, en un estado de alteración propio de aquel que ha consumido alcohol en exceso.

Ante el desborde de la situación, los agentes de Tránsito pidieron colaboración a la Policía y un móvil del Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada (Grim) con base en la Comisaría 4ª se hizo presente, mientras el Fiat de color azul aún ardía con vigor, por lo que el patrullero bloqueó la circulación de otros rodados a fin de prevenir mayores inconvenientes mientras llegaba al lugar una dotación de los Bomberos de la Policía, cuya base está en la Comisaría 3ª. Los socorristas pudieron apagar el fuego a la brevedad evitando que se expandiera a otros rodados, edificios y cables ubicados en esa esquina frente a un local de una conocida firma de supermercados con antecedentes incendiarios.

Mientras, el pirómano seguía en las inmediaciones en un estado de enajenación tal, que para su propia seguridad los agentes policiales lo demoraron y pusieron a resguardo, primero dentro de un patrullero y luego trasladándolo a una dependencia policial, donde quedó alojado hasta que se le pase la borrachera y esté en condiciones de afrontar los cargos en su contra por los daños ocasionados y el haber puesto en riesgo a los inspectores.

(Con información de Norte Corrientes)